Luces y sombras de Obregón; Felipe Ávila plasma al ‘mejor militar de la Revolución’
Maquiavélico, amoral, sin escrúpulos, traidor, ambicioso, implacable con sus enemigos, megalómano; pero, a la vez, el sonorense Álvaro Obregón (1880-1928) fue “el mejor militar de la Revolución, un político habilidoso y el fundador del Estado mexicano posrevolucionario aún vigente”.
El sociólogo y doctor en Historia Felipe Ávila (1958) entrega Álvaro Obregón. Luz y sombra del caudillo (Siglo XXI Editores), una acuciosa biografía de quien fue presidente de México de 1920 a 1924, “un personaje complejo y poco estudiado”, afirma en entrevista con Excélsior.
Era importante un nuevo libro sobre Obregón, porque la mayoría de los que se han escrito tienen ya varias décadas y casi todas sus biografías han sido hechas por investigadores extranjeros; en México, pocos que se han acercado a su vida”, explica.
Estudié a Obregón desde dos puntos de vista. Uno porque fue el mejor militar de la Revolución, el único general invicto, el que derrotó al Ejército huertista y acabó con la División del Norte. Quería ver por qué había sido capaz de derrotar, sobre todo, a Francisco Villa. Encontré que era un genio militar, un gran estratega, el más hábil en los campos de batalla”, agrega.